La clave esta en el Punto G
La eyaculación en la mujer, tal como ocurre en el hombre, ha entrado recientemente en el debate sexual y no son pocos –ni pocas– los que se preguntan si se trata de un mito o de una realidad. La cuestión es que, de ser un término prácticamente desconocido, a día de hoy, la palabra squirting cuenta con millones de búsquedas en Internet. Cualquiera que haya visto videos pornográficos sobre eyaculaciones femeninas habrá experimentado, además de una cierta excitación sexual, serias dudas sobre la autenticidad de lo que está viendo.
Conocemos que la mujer segrega un líquido más o menos viscoso en el momento de la excitación sexual. Su cometido es lubricar la vagina para facilitar la penetración y que esta no resulte dolorosa, sino todo lo contrario. Anteriormente se pensaba que las cantidades abundantes de líquido que expulsaban algunas mujeres, estaba relacionado con una mayor lubricación vaginal. Pero no necesariamente es así. La razón hay que buscarla, y nunca mejor dicho, en el punto G y en un pequeño órgano conocido con el nombre de glándula de Skene.
El punto G, es la clave
La eyaculación en la mujer y el redescubrimiento del punto G en los últimos años son dos aspectos íntimamente relacionados. El punto G se halla situado en la esponja uretral, muy rica en terminaciones nerviosas, lo que la hace especialmente sensible a la estimulación. Durante la etapa de la excitación sexual aumenta el flujo sanguíneo y también aumenta el tamaño del punto G. Por otra parte, las glándulas de Skene, muy próximas al punto G, experimentan el mismo proceso. Dichas glándulas producen un líquido inodoro e incoloro de aspecto lechoso que, con las contracciones producidas por el orgasmo, es expulsado a través de la uretra. En muchas mujeres es apenas perceptible o incluso no se produce, mientras que en otras, dicho líquido puede ser muy abundante y asemejarse a una eyaculación.
Científicamente comprobado según informe publicado en The International Journal of Sexology, en 1950 es donde Ernst Gräfenberg, dio nombre al punto G, daría a conocer sus descubrimientos relacionados con el y la eyaculación en la mujer. Según Gräfenberg: “Esta convulsa expulsión de fluidos ocurre siempre en la cúspide del orgasmo y simultáneamente con él”. Lo que puede definirse como eyaculación femenina.
Escrito por: Olga Gómez.
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