El estigma y la discriminación asociados con el VIH y el Sida, son los mayores obstáculos para la prevención de infecciones, el suministro de asistencia, apoyo y tratamiento adecuado. Es evidente que esto frena los esfuerzos para controlar la epidemia mundial y genera un clima desfavorable que colabora con su propagación.
El estigma legitima y organiza las prácticas discriminatorias. No se debe permitir la atribución de características como: “los adolescentes son irresponsables, las mujeres son muy emocionales y débiles, las personas con VHI son promiscuas” toda esta estigmatización ocasiona una discriminación a nivel social como por ejemplo: “los adolescentes no deben tener educación sexual, las mujeres no deben gobernar, los que tienen VHI no deben ejercer su sexualidad”. Todos estos aspectos colaboran con la expansión de ideas erradas acerca del virus, lo que produce que éste se propague cada vez más ya que los mismos individuos se crean un concepto erróneo de la enfermedad y distorsionan su comportamiento.
En la sociedad se producen varias metáforas o representaciones acerca de esta enfermedad infecciosa. Muchas la condicionan como “sinónimo de muerte”, está comprobado que aún no existe la cura para el virus pero los avances de la medicina han proporcionado medicamentos eficaces para evitar que el virus continúe destruyendo las células de defensa, específicamente los linfocitos T ó CD4. Otros la califican como una “enfermedad derivada de un castigo por comportamientos inmorales”, también como “sinónimos de guerra”, es decir, como un virus contra el cual hay que combatir, otros lo catalogan con semejanza a “horror” en el que las personas infectadas se ven como temibles e indeseables. También lo perciben como algo ajeno, un mal que solo afecta a “otros” marginándolos y considerándolos como homosexuales y mujeres “libertinas”.
Estas metáforas producen formas opresivas en las sociedades, disminuyendo los incentivos en las personas que están o han enfrentado a este virus.
Todo esto va produciendo un circulo vicioso que viola los derechos humanos de quienes viven con V HI/Sida. Una demostración de lo que produce el estigma sería el siguiente:
La violación de sus derechos es algo que debe erradicarse a nivel mundial, pues los individuos que viven con este padecimiento también pueden llevar una vida normal. Con los tratamientos antirretrovirales (ARV) que ayudan a deber la reproducción del virus en la sangre y son efectivos para evitar la aparición del Sida, que es la etapa final de la infección por el VHI.
El temor a ser discriminados priva la voluntad de las personas para hacerse la prueba de detección de VIH, esto obstaculiza la prevención e impide atender oportunamente la infección.
Escrito por: Kenya Marcano.
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