Ninfómanas... ¿Mito o Realidad?
La fantasía masculina de encontrar una lasciva ninfómana es muy común, la imagina ardiente y urgida por tener una relación sexual... ¿hasta dónde es cierto?.
Ninfomanía no es libertad sexual
El término ninfómana se ha utilizado alegre y livianamente para adjetivar a toda aquella mujer con un notable apetito sexual. Dependiendo del punto de vista, el deseo sexual de una mujer resulta exagerado para un hombre si ella es multiorgásmica, por ejemplo, y él un eyaculador precoz.
En el marco de una sociedad muy recatada y llena de tabúes, una libertad sexual bien vivida y disfrutada por elección propia también puede ser tachada de ninfomanía. Incluso la práctica habitual de la masturbación femenina aún sorprende a muchos, e inmediatamente incluyen este íntimo placer en la categoría de patología.
El mito y el erotismo
Es muy común en los sitios web pornográficos encontrar la palabra ninfómana como referente para los vídeos o fotografías de mujeres ardientes que no pueden mantener las manos quietas y las piernas juntas, el deseo de mantener sexo es superior a ellas y realizan todo tipo de prácticas para satisfacerse.
Los espectadores de dichas fantasias adquieren la noción errónea y comercial de la realidad. Las mujeres ninfómanas rara vez sienten placer con el coito, hasta pueden ser frígidas, es tanta su obsesión por satisfacer la necesidad emocional, el vacío interior, que el acto sexual es un medio y no un fin en sí mismo.
Una verdadera ninfómana, es muy raro encontrarla, teniendo en cuenta que la población con hipersexualidad es del 6% (dentro de esta, las mujeres ocupan un 2%), lo mantendrá disimulado y callado.
Escrito por: Olga Gómez
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