El ano es el canal muscular a través del cual se eliminan las heces fecales. En los adultos, el ano mide alrededor de una pulgada y media de largo, y tiene un revestimiento donde se encuentran los vasos sanguíneos, los extremos de los nervios sensitivos y entre seis y ocho glándulas anales. Existen cuatro trastornos que causan dolor e irritación anal:
Fisura anal: también denominada fisura anorrectal es una grieta o rotura lineal en la piel del ano. La mayoría de las fisuras ocurren cuando las heces grandes y duras estiran demasiado la abertura anal y rompen la delicada piel del ano. Raras veces, las fisuras anales se desarrollan a causa de diarrea prolongada, enfermedad inflamatoria intestinal o enfermedades de transmisión sexual que comprometen el área anorrectal. Por lo general, las fisuras anales agudas son bastantes superficiales y poco profundas, pero las fisuras anales crónicas pueden extenderse más profundamente a través de la piel del ano al punto que la superficie del músculo subyacente sobresale.
Absceso anal: es una bolsa de pus dolorosa y tensa cerca del ano. La mayoría de los abscesos anales no están relacionados con otros problemas de salud y surgen de manera espontánea, probablemente cuando las bacterias o desechos intestinales contaminan una glándula anal, y crean un área de infección debajo de la piel. Actualmente en Estados Unidos, más de la mitad de todos los abscesos anales ocurren en adultos jóvenes entre los 20 a 40 años, y los hombres se ven afectados con mayor frecuencia que las mujeres. La mayoría de los abscesos anales se ubican cerca de la abertura del ano, pero pueden ocurrir en una parte más profunda y alta del canal anal, más cerca del colon inferior o de los órganos de la pelvis.
Fístula anal: es un pasaje anormal y angosto, parecido a un túnel que conecta los restos de un absceso anal anterior con la superficie de la piel. Las fístulas anales se desarrollan en la mitad de todos los abscesos anales que han drenado. A veces, de la abertura de una fístula en la superficie de la piel gotea un líquido espeso, maloliente que proviene del fondo de abscesos viejos. En otros casos, la abertura de la fístula finalmente se tapa con desechos drenados y provoca que el absceso anal anterior empeore nuevamente como una bolsa firme de pus.
Estrechez anal: es una banda firme de tejido cicatricial que oprime la abertura anal e interfiere con la capacidad de eliminar las heces sin molestias. Las causas de las constricciones anales pueden deberse al tratamiento con radiación para tratar cánceres cerca del área del ano, a algunas enfermedades de transmisión sexual, al traumatismo directo en el ano o, en raras ocasiones, a una cirugía para extraer hemorroides.
Si bien estos cuatro trastornos del ano causan cierto tipo de malestar o dolor anal, los demás síntomas varían, según el problema anal específico.
Consulte a su médico si tiene sangrado rectal o secreción con sangre del ano. Aún cuando ya lo hayan tratado por una fisura que sangra, para su médico siempre es más seguro determinar el mejor modo de actuar. Específicamente si usted es mayor de 40 años, ya que el riesgo de padecer sangrado rectal es mayor, como es el caso del cáncer colorrectal y a otras enfermedades digestivas serias es mayor.
Escrito por: Olga Gómez
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