lunes, 10 de enero de 2011

Pornomanía


Dentro de la gran gama de vicios que pueden ser sufridos por personas de cualquier clase social, edad, sexo y religión, está la adicción a la pornografía, adicción que puede ser, fácilmente nociva para la salud mental de un individuo.
La adicción a la pornografía es una subcategoría particular de la adicción sexual. En la adicción a la pornografía, el enfoque básico es la adicción a la literatura o imágenes pornográficas. La adicción a la pornografía es conocida como un “proceso” de adicción, donde el sentimiento eufórico —o estimulante— proviene de químicos liberados en el cerebro, en lugar de fuentes externas como drogas o alcohol. La mente gradualmente se acostumbra a la liberación de estos químicos y busca continuamente los recursos para lograr esa estimulación. Para el adicto a la pornografía, esta estimulación proviene de factores visuales al ver revistas, películas, libros o páginas web pornográficas. Este estímulo está usualmente, pero no siempre, acompañado de masturbación. 
El problema con la adicción a la pornografía, es básicamente el relacionado con una percepción alterada. La exposición continua a la pornografía, cambia la forma en que el usuario ve a la gente que le rodea. Los hombres que usan la pornografía, tienden a ver a las mujeres como objetos sexuales, en lugar de gente valiosa para ser honradas y respetadas. En una relación de matrimonio, la pornografía puede crear una brecha entre el hombre y la mujer. Aunque puede inicialmente ser usada para añadir “excitación” al matrimonio, la naturaleza progresiva de la pornografía puede conducir a la relación por senderos decadentes que uno de los dos compañeros puede no estar dispuesto a seguir.

Escrito por: Jhonatan López

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