La infertilidad es la incapacidad para lograr un embarazo normal. En Estados Unidos, aproximadamente una de cada siete parejas no puede engendrar un hijo después de intentarlo regularmente durante un año. Algunas parejas tendrán éxito después de intentar durante dos o tres años; no obstante, las parejas que no pueden concebir después del tercer año no son muy propensas a lograrlo a menos que busquen asistencia médica.
La infertilidad en una pareja podría estar causada por el hombre, la mujer o ambos. Estudios científicos sugieren que solo el hombre es infértil en alrededor del 20% de los casos, mientras que tanto el hombre como la mujer sufren de problemas de infertilidad en alrededor del 30% de las veces. Por lo tanto, el hombre es el motivo por el cual alrededor de la mitad de todas las parejas tiene dificultad para concebir un hijo. En aproximadamente el 15% de los casos, los exámenes de infertilidad son completamente normales en la pareja, a pesar del hecho de que no puedan engendrar un hijo.
En la mayoría de los casos, la infertilidad es un problema inofensivo. No obstante, alrededor del 1% de los hombres infértiles tienen problemas médicos serios (problemas hormonales, infecciones o tumores) que requieren atención médica.
Los hombres son mucho más reservados a la hora de hablar de sus problemas de salud, y tal vez por esto, cuando se trata de la infertilidad, las mujeres son las primeras que se animan a someterse a estudios para saber si todo está bien con su cuerpo. Sin embargo, la infertilidad masculina es una realidad y también hay que hacerle frente.
Si eres varón considera que las dificultades para concebir un bebé pueden deberse a algún trastorno en tu cuerpo ¡No tengas miedo! Puedes consultar con un especialista en fertilidad para descartar si es así, si lo es, descubrir cuál es la causa y tratarla. Puede ser que tanto tú como tu compañera tengan que someterse a tratamientos para lograr un embarazo, así que empieza por salir de la duda.
Para que te hagas una idea general, la infertilidad masculina puede deberse a una producción de esperma anormal, a problemas para eyacular, o incluso a otros problemas de salud o a factores ambientales. Es un proceso complejo. Para que tu compañera quede embarazada, es necesario que tu cuerpo produzca y libere espermas sanos que puedan entrar en la vagina, encontrar, penetrar y fertilizar el óvulo femenino. Un espermatozoide de forma irregular puede no tener la habilidad de “nadar” hasta encontrar su destino.
El embarazo es mucho más probable si hay la cantidad adecuada de espermatozoides. Por ejemplo, la concentración ideal de esperma debe ser mayor o igual a 20 millones de espermatozoides. Uno de los estudios a los que seguramente te someterá el médico, es el de conteo de espermas. Si llegaras a tener menos de 10 millones de espermatozoides por milímetro de semen, puede ser que requieras más estudios.
Escrito por: Olga Gómez
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