Las cándidas son unos hongos que se encuentran de forma natural en el medio ambiente, en objetivos inanimados, animales, alimentos y forman parte de la flora saprófita del los humanos en la piel, en el tubo digestivo (boca y orofaringe) y en la piel y mucosas de los genitales femeninos.
Las infecciones por Cándida se producen cuando se rompe el equilibrio entre el poder patógeno del hongo y los mecanismos normales de defensa del organismo. Esta situación se puede dar cuando se toman antibióticos, pues éstos alteran la flora microbiana normal ya que eliminan las bacterias habituales y los hongos tienen más campo para reproducirse. Otra situación que facilita las candidiasis son las enfermedades que alteran el sistema inmunitario por si mismas o debido al tratamiento (como el HIV, el cáncer y la quimioterapia o los trasplantes de órganos).
Hay diferentes tipos de infección por Cándida según su localización: básicamente se dividen en candidiasis mucocutáneas y candidiasis diseminadas.
Las candidiasis mucocutáneas son las que afectan a algunas mucosas o zonas de la piel. Entre las más frecuentes encontramos la candidiasis vulvovaginal en las mujeres, la candidiasis oral (conocida también como muguet) o candidiasis esofágica, y la sobreinfección por cándidas de algunas dermatitis como la dermatitis del pañal en el lactante, o las dermatitis localizadas en zonas de pliegues en las personas muy obesas.
Como factores favorecedores de estas infecciones están la diabetes, la inmunosupresión, los tratamientos antibióticos, o la falta de higiene en la dermatitis del pañal.
Las candidiasis diseminadas se dan cuando las Cándidas penetran en la circulación sanguínea y se diseminan por el organismo, pudiendo afectar diferentes órganos. Normalmente se producen abcesos en los órganos afectados. Los órganos más afectados suelen ser el ojo (la retina), el cerebro, los riñones y el corazón, pero también se pueden afectar el hígado, el bazo, etc. Las candidiasis diseminadas se favorecen por los siguientes factores: tratamientos antibióticos y quimioterapia, catéteres endovenosos, catéteres urinarios permanentes, cirugía abdominal, etc.
Síntomas
En la candidiasis mucocutánea que afecta a la mucosa oral o esofágica se aprecian placas blancas en la mucosa oral, la lengua o el esófago. No son dolorosas y debajo puede haber mucosa enrojecida que sangra fácilmente. En la candidiasis vulvovaginal aparece prurito (picor), dolor y secreción vaginal, así como lesiones de rascado. En las candidiasis de la dermatitis del pañal del lactante aparece un sarpullido rojo brillante en la zona del pañal, áreas descamativas y aparición de lesiones satélites (parches enrojecidos que crecen y se mezclan con otras lesiones.
Los síntomas de las candidiasis diseminadas dependen del órgano afectado. Pueden ser infecciones muy graves que requieren hospitalización para su control y tratamiento.
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