A diferencia de la vagina, el ano no tiene lubricación propia que facilite la penetración y los músculos del ano son aún menos elásticos que los de la vagina.
Por ello que el sexo anal, sin el uso del lubricante indicado puede ser doloroso y traumático, pudiendo ocasionarse desgarros y fisuras anales.
El uso de lubricantes artificiales es siempre recomendado porque la saliva o cualquier otro lubricante casero que puedas querer utilizar se evaporan rápidamente y no tienen la densidad necesaria para lubricar adecuadamente.
El lubricante anal debe aplicarse en el ano y en el pene o en los objetos que se van a introducir en el ano.
Si la práctica del sexo anal será con condón se debe tener especial cuidado en usar un lubricante compatible con el material del mismo; siempre se recomienda uno a base de agua y de buena calidad.
Algunos lubricantes incluyen una fórmula desensibilizadora con la cual se pueden conseguir relaciones anales más placenteras y duraderas.
Puedes conseguirlos en Sex Shop y algunas farmacias.
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