La Cirugía estética ha avanzado tanto en los últimos años, que cada vez es más frecuente que las mujeres se sometan a un rejuvenecimiento vaginal, es decir que se trata de una intervención que mejora notablemente el aspecto de los genitales, ya sea en mujeres que han dado a luz o que por algún motivo sientan que desean corregirlos.
Pero ocurre que debido a la desinformación, las pacientes desconocen los riesgos que corren con estos procedimientos, tal como comprobó un estudio. También se cuestiona los fundamentos éticos de la intervención.
Lo más común es la reducción de los labios vaginales, ya sea porque provocan dolor e incomodidad, o bien porque las mujeres no se sienten cómodas con sus compañeros sexuales. Sin embargo, la cirugía podría dañar los nervios del área, afectando la sensibilidad y la satisfacción sexual. Asimismo, si la mujer tiene un hijo posteriormente, podría haber más posibilidades de que sufra desgarros o hemorragias en el parto.
Algunos cirujanos plásticos no están muy de acuerdo con estos riesgos pues los consideran exagerados, pero de todas formas nunca debiéramos someternos a cirugía sin conocer todas las posibles consecuencias.
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