Los japoneses en materia sexual se las traen: tienen su propia técnica se bondage, el shibari; su propio Kamasutra o shijuhatte; un porno que es de locos; y hasta sus propias técnicas de sexo oral al estilo de las enigmáticas geishas.
En japonés ‘shita’ significa lengua. Dale a tu pareja un ‘baño de lengua’. Recorre con tu lengua cada centímetro de su cuerpo, átalo si eso a él le da más placer. Empieza por su espalda, sigue con sus apetitosas nalgas, hazlo girar y lame su pecho, y baja hasta su pene, cuando veas que está listo para la acción. Para calentarlo aún más, que sienta las suaves y lentas embestidas de tu vulva abierta.
¿Has experimentado el contraste de ducharte con agua caliente y luego con agua fría? Pues haz lo mismo con el cuerpo de tu pareja. Después del cálido baño de lengua, dale un toque de frío soplando sobre su piel, incluso podrías pasarle la secadora de pelo (en aire frío), en áreas sensibles como la parte interior del codo, las muñecas, las rodillas, y claro, los genitales.
Al igual que las geishas, que mordisquean pedazos pequeños de comida, mordisquea el cuerpo de tu pareja: su pene, sus dedos, sus orejas…Utiliza al mismo tiempo tus dedos para acariciar sus pezones con movimientos circulares o introduce un dedo lubricado en su ano para estimular su próstata (avísale que lo vas a hacer, a los hombres por lo general no les gusta que los toquen en esa zona).
Una técnica de sexo oral favorita de estas mujeres orientales es la de succionar el pene de arriba a abajo y a los costados. Abre la boca con los labios hacia afuera, mueve tu cabeza de lado a lado, lame su frenillo por unos segundos hasta llegar a la punta de su pene. Al llegar ahí emite un sonido bajo desde el fondo de tu garganta, las vibraciones le darán mayor estimulación.
Escrito por: Kenya Marcano
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